Un final, un nuevo comienzo.
A lo largo de los tiempos, los finales siempre resultan ser aterradores para la humanidad. El temor de que algo acabe simplemente crea una incógnita abismal en el corazón de toda persona. El final de una relación, el final de una etapa de nuestra vida, el final a la vida inclusive; pero, aun así, siempre que existe un final es un nuevo comienzo.
Uno de los finales que representaron un nuevo comienzo a lo largo de la historia comenzó en el huerto de Getsemaní. Aquel momento donde el Hijo de Dios, por un momento, sintió el temor de un final. Sabía que el momento donde tenía que ser sacrificado estaba por llegar. Existen tantas cosas que pudiesen haber pasado por la mente del salvador: “¿Todo esto valdrá la pena?” “¿Cuánto tiempo tomará?” “¿Qué pasará después de eso?” y aunque Él ya conocía todas estas respuestas, fue el momento donde su humanidad, por una fracción de tiempo salió a flote:
“41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.”
-San lucas 22:44
¿Te imaginas? No solo saber que se acerca un final a tu vida, sino el tipo de final… una muerte premeditada. Jesús, por un momento de la historia, tuvo miedo al final. Aun sabiendo que tenía el respaldo del Padre, tuvo miedo.
Esto es algo clave para tu vida y la mía, porque nos ayuda a entender que, si existe un final, es porque un nuevo comienzo se acerca. Nuevos propósitos, nuevos planes, nuevas historias. Sin los finales, no existen los comienzos. Sin tan precioso sacrificio de nuestro Salvador, no pudiésemos tener la libertad de ir al Padre. El final de una vida significó el nuevo comienzo para millones de personas.
Un nuevo año acaba de comenzar, y con ello la incertidumbre de lo que vendrá, pero ten por seguro que existe un propósito en este comienzo. Nuevos planes de parte de Dios. Nuevas oportunidades de acercarnos más a Él. Nuevas formas de ser mejores personas. Nuevos caminos por recorrer. El final de un año, es el nuevo comienzo de otro; pero, ¿estás listo para emprender esta nueva carrera? Estoy seguro de que, acompañados de la mano del Rey de Reyes, llegaremos a lugares lejanos y descubriremos nuevos designios de Dios para con nosotros.
Autor: Jordy Fernandez