No tengo tiempo para ir a la iglesia

¿A quién no le ha pasado ese pensamiento por la cabeza o a quién no le han dado alguna excusa para no ir a la iglesia por falta de tiempo?

Aquí algunas frases con las que nos identificaremos

“El domingo es día familiar”

“Es mi único día para descansar”

“Trabajo es trabajo, y el domingo tengo que trabajar”

“Uy me pasó esto…”

Cuando nos dicen estas frases podemos pensar, esa es “la típica”, y sí, la verdad es que todos alguna vez hemos puesto alguna excusa para no asistir presencialmente a la casa de Dios (el templo),

A continuación explicaré lo escrito en Hebreos 10:25

“No dejemos de reunirnos, como hacen algunos. Al contrario, animémonos cada vez más a seguir confiando en Dios, y más aún cuando ya vemos que se acerca el día en que el Señor juzgará a todo el mundo.” Hebreos 10:25 (TLA)

1. La Biblia nos motiva a reunirnos y a ser parte de una congregación.

En la ciudad que vivas, Dios te anima a buscar una iglesia y ser parte de ella. Cuando encuentres una iglesia, ámala, no la critiques, busca servir, obedece a tus autoridades y ponte a las ordenes de tus pastores, ellos hacen grandes sacrificios para que a tu vida y a la de muchos, llegue el mensaje del amor de Dios.

• Debemos animarnos unos a otros

No debemos rendirnos antes una frase “típica” o cualquier razón “válida” cuando alguien nos diga que no puede ir un domingo a la iglesia, la oración es tu mejor arma y tu fortaleza para continuar luchando por lo que Dios ha puesto en tu corazón, que es motivar a que alguien vaya a la iglesia para encontrase con Jesús, aquel que transformó tu vida y transformará la de tu invitado/a.

• El día se acerca y vamos a ser juzgados

La Biblia nos habla en diferentes ocasiones acerca de la segunda venida de Jesús y el arrebatamiento de su pueblo (sus seguidores e hijos), es una realidad que esto pasará, por lo tanto debemos prepararnos permaneciendo y practicando sus mandamientos y enseñanzas.

“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” 1 Corintios 10:12 (RVR1960)

Autor: Melissa Palacios